EL EGOCENTRISMO: UNA PERVERSION DEL AMOR PROPIO


El egocentrismo es la concentración exagerada en uno mismo, lo contrario de mostrar apertura hacia los demás. Sin embargo, no es sinónimo del egoísmo éticamente considerado. Este último significa manifestación de amor a las propias potencialidades, en donde el amor propio es concebido como autoestima, como posibilidad de la propia autorrealización, junto a la posibilidad que tiene el hombre de reconocerse y actuar precisamente como sujeto ético, al mismo tiempo que practica el arte de amar a los demás.

El egocentrismo, entendido como la capacidad de amarse demasiado, es también demasiado fácil de realizar, de ahí que se haga necesario lo que se conoce como “olvido de sf’, es decir, el olvido del propio yo, pero en el sentido de la capacidad para negarse a sí mismo, cuyo auténtico significado implica impulsar a las personas a salir de un reconcentramiento egoísta en los propios intereses. En esta perspectiva: 
El amor de sí necesita, para realizarse plenamente, el olvido de sí, porque sólo si amamos a los demás de manera profunda y sacrificada nos amamos realmente a nosotros mismos... Sólo podemos afirmarnos plenamente a nosotros mismos afirmando al mismo tiempo al otro mientras que la cerrazón frente al prójimo conduce al empequeñecimiento y a la infidelidad
Al hablar de egocentrismo, más que hablar del amor propio, estamos aludiendo a una concepción esencialmente negativa del mismo. Según tal concepción, el hombre es egoísta por constitución, pues sólo se quiere y se busca a sí mismo y rechaza naturalmente cualquier orden impuesta desde fuera, aunque sea para el bien de la colectividad y de sí mismo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL HOMBRE COMO: Accion, posibilidad y persona

CONCEPTO DEL AMOR